Ironías de la vida….. Ayer se murió la hermana de una amiga de la
infancia, y compañera-quinta de mi hermano….(cosas de los pueblos en los que se
intercalan lazos por todas partes). Tenía 36 años, pareja, hijo, padres,
hermana, abuela….
Cuando fui a ver la familia, en los típicos corrillos que se forman y en
los que se habla de lo divino y de lo humano, surgieron muchos temas: la
injusticia de la vida, el enfado de la abuela porque había rezado mucho y no
había servido para nada, el que no estamos preparados para la muerte…..
Una persona me decía hace poco que ella que había trabajado como sanitaria en el inicio de la vida, veía que estamos preparados para el nacer (con más o
menos habilidades), pero no para el morir, y que es un tema que tenemos muy
pendiente. Culturalmente seguimos viendo la muerte como algo malo. En otras culturas, cuando fallece
alguien y a modo de despedida, se hacen fiestas, hay música, baile, colores…. porque piensan que la persona
que se ha ido empieza otra vida, que va a otro sitio mejor, que se reencarnará
en otra cosa-ser vivo…. lo que sea y esto les consuela. La muerte no tiene una
connotación negativa.
Para nosotros, llegado este momento, todo es todo silencio, lloros,
oscuridad, luto (negro), se alejan a los niños de estos eventos para que no
sufran… Lo vemos desde el punto del que se queda y no del que se va, salvo que
haya sido una larga agonía y se diga “ya ha dejado de sufrir”
De ahí la injusticia, esta chica dejaba un niño de 4 años, pobrete…
Injusticia de pensar, se van los jóvenes y se quedan los viejos….Yo lo veo con
ironía, al fin de cuentas trabajo en el área
del final de la vida (tercera edad, cuarta edad, geriatría, mayores,
viejos…como queráis llamarlo). Mientras oía estos comentarios, me venían a la
cabeza los usuarios que tenemos en la residencia de más de 90 años, de casi
100, que son como una planta (con
todos mis respetos, por supuesto) en el sentido de que están vivos porque los
alimentamos y los cuidamos, no se enteran de lo que pasa a su alrededor, no son
conscientes de su entorno, algunos no tienen familia…. Y te viene a la cabeza
la idea de injusticia a la que se hacía referencia en el sentido de: “se ha ido esta chica, con toda una vida por
delante y muchos proyectos, un hijo, una familia…. Y se quedan otros que ni
sienten ni padecen, que han tenido su historia de vida y que ya no van a aportar nada más….”
Ironía, porque en las entrevistas cuando un abuelo, un residente me dice:
“mejor no llegar a esto, sería mejor
morir antes, somos una carga, no damos más que faena…” yo les respondo “pero así nosotros tenemos trabajo, si no, no
trabajaríamos” por quitar hierro al asunto y hacer más fácil la conversación. Entonces ellos se quedan pensativos, y
esbozan un sonrisa y me contestan: “pues es verdad”…
Ironías de la vida…… se van los jóvenes…. y se quedan los viejos…. que son
los que nos dan trabajo…..
Y para finalizar, me quedo con una cuestión que me llamó la atención y sobre la que se puede hablar mucho: el tema de la religión, que como he dicho,
también salió. El enfado que
llevaba la pobre abuela al pensar que
sus rezos no habían servido para nada… A lo que el hijo le respondió que seguro que en
el tiempo que la nieta había vivido desde el diagnóstico de la enfermedad
hasta su fallecimiento, habían influido los rezos que ella había hecho, para que así se quedara
tranquila. Pobre abuela, otra que debía pensar que se van los jóvenes y se
quedan los viejos……
Allí donde estés, descansa en paz, María. Que tu recuerdo se mantenga
vivo en todos tus seres queridos por siempre.
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