He trabajado en varias residencias, públicas y privadas, y en todas ellas he
tenido la suerte de encontrarme con un denominador común: un equipo de trabajo
interdisciplinar y la idea de la importancia del trabajo en equipo.
Los profesionales que componen este equipo en residencias de personas mayores es muy variado y cambia en función de la titularidad de la residencia (pública, pública con gestión privada o privada) y del tamaño de la misma (no es lo mismo una residencia de 40 plazas que una macroresidencia de 200 plazas). Pero en general estos equipos suelen estar formados por: médico,
enfermera, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, trabajador social y
normalmente suele haber alguien de coordinación y/o dirección.
En el centro en el que trabajo, se realizan reuniones de equipo
semanales, a las que asisten 2 auxiliares de enfermería (o técnico de cuidados
de auxiliar de enfermería, como se denominan ahora), la coordinadora de
enfermería, la médico, la trabajadora social y la directora y/o subdirectora. Como veis, todo
mujeres. Desgraciadamente somos un sector muy feminizado, y en la actualidad
somos todo mujeres, salvo algún auxiliar de enfermería hombre que tenemos (que como las meigas, haberlos haylos :)) Aspecto que hay
que valorar también, pero que lo haré en otra ocasión.
En dichas reuniones se comentan las incidencias ocurridas durante la
semana con respecto a la atención personal de los residentes, de los familiares
y del funcionamiento y trabajo diario, se valoran y se deciden los cambios
de habitación, se comenta el perfil de
los nuevos ingresos para preparar la habitación, se informa sobre
cambios de organización o nuevas directrices marcadas desde Gerencia… en
definitiva, se tratan todos los temas relacionados con la organización y
gestión de la residencia.
Las reuniones del equipo son muy importantes y redundan en la efectividad
del trabajo y en la calidad de la atención del residente. Todavía hay
profesionales que no le acaban de ver sentido a las mismas, que lo consideran
una pérdida de tiempo, pero son los menos. Junto con los protocolos de
actuación, las reuniones son trascendentales para la organización del trabajo.
Los factores a tener en cuenta para que estas reuniones sean efectivas
son los siguientes.
- Breves: hay que tratar los puntos importantes y necesarios y obviar las pequeñas nimiedades del día a día.
- Puntualidad de los asistentes: la puntualidad es básica ya que cada profesional tiene su trabajo organizado y con horarios establecidos. La demora de una persona a la cita hace que todo el mundo se retrase ya que la reunión acaba más tarde de lo establecido, y se trastoca todo lo programado.
- Orden de los temas a tratar: Relacionado con la brevedad. Hay que seguir una estructura fijada de antemano y además, lo más práctico es que cada profesional lleve un listado de los puntos de los que quiere hablar en la misma. De esta forma la reunión es mucho más ágil y dinámica.
- La dirección de la misma: Relacionado con el punto anterior. Las reuniones tienen que estar guiadas y dirigidas por una misma persona, para que no se desvíe de los asuntos a tratar y del orden establecido
- Regulares: para conseguir una continuidad en la organización del trabajo. En nuestro son semanales, todos lo miércoles.
- Participación: Cada profesional tiene que aportar su visión sobre el tema a tratar y valorar la mejor solución. Por eso los equipos son interdisciplinares, para que cada uno aporte desde su área, los conocimientos específicos y realmente se consiga una atención más completa. Todas las aportaciones son importantes, desde el auxiliar que tiene más contacto directo con el residente en el día y día y que es el que mejor lo conoce, hasta cualquier técnico (médico, enfermera, trabajadora social) que conoce otros aspectos de la vida y situación del residente que influyen en éste. Hay que llegar a incardinar todas las visiones.
- En la reunión se deben tratar temas laborales y no personales. A veces, cuando se habla de según qué cosas, y más cuando se trabaja con personas, se tiende a la valoración personal, al “cotilleo”, a la risa…. Todo esto hay que aparcarla y no exponer opiniones subjetivas sin fundamento.
No es fácil trabajar en equipo y menos conseguir
conciencia de equipo. Es difícil vencer las resistencias, y en ello estamos. Para
mi el trabajo en equipo es una cuestión de relevancia, y más cuando se trabaja
con personas, ya que son muchas la áreas a tratar que afectan en la vida del
residente, y para eso están presentes los diferentes profesionales. Hay que
buscar la iterdisciplinariendad como norma en nuestro trabajo diario, y dejar
de lado las individualidades profesionales.
Comentarios
Publicar un comentario