Son tiempos de cambio, y por ello, se ha aprovechado todo lo vivido durante la pandemia para comenzar un proceso de redefinición de los hogares. Pero esta cuestión, no ha surgido ahora de la nada, si no que ya lleva un tiempo latente.
El perfil de las personas mayores ha cambiado, y por lo tanto, deberán cambiar los servicios dirigidos a atender sus necesidades.
El siguiente cambio en esta redefinición y en la modificación de los centros de mayores, pasa por nuestro cambio profesional, y entre otras cuestiones en lo que respecta a la utilización del lenguaje y a la forma de tratar a las personas mayores.
Tenemos que dejar de lado nuestra postura paternalista en la atención a los mayores, dejar de decir los “abuelicos que vienen al hogar”, y comenzar a ver a las personas con sus capacidades, tengan 60 o 90 años, y ofrecer las actividades según su intereses, como se ha hecho siempre. Y estos intereses han cambiado, porque el perfil ha cambiado.
El hogar dejará de ser el lugar donde jugar al guiñote y tomarse un vino, y pasará a ser otra cosa, ni mejor ni peor, si no diferente. Los tiempos cambian y las generaciones también.
Dentro del colectivo de personas mayores seguirá habiendo grupos que necesitarán el hogar para socializar, echar la partida o comer, pero otros lo utilizarán como un centro de servicios, vendrán a realizar una actividad, a la peluquería,…etc y se marcharán, sin pensar en ninguna otra cuestión.
Hay que integrar los centros de mayores en la comunidad, hacerles participes en todas la actividades y con todos los colectivos que la conforman. Tienen que ser centros dinámicos, abiertos, interactivos con la comunidad.
Habrá que fomentar el voluntariado y la participación de los mayores en los centros, pero no como objetivo prioritario. Está claro que el voluntariado tiene que formar parte de la sociedad en general, y por lo tanto, también de los mayores, pero tendrá que ser una propuesta más dentro de los servicios y actividades que se ofrezcan desde los centros.
La sociedad evoluciona y los perfiles de las personas cambian, siempre ha sido así, la vida es cambio y el cambio es vida.
Aprovechemos esta oportunidad para modificar, para cambiar, sin pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor (o peor) si no diferente. Y sobre todo, dejemos de lado el lenguaje y actitudes partenalistas, pensemos en cómo nos gustaría que ser tratados, para hacerlo de la misma manera.
Feliz semana!
Ha comenzado un año nuevo, y a diferencia de otros, no he hecho propósitos de nuevos proyectos. Creo que este año es mejor no hacerlo, aunque sólo sea por variar….. Supongo que así el balance a final de año igual es más positivo .... J ejejeje Como único proyecto que me he propuesto para los siguientes seis meses es la realización de un diploma de especialización de la UNED en el que me he apuntado y que trata sobre los Aspectos Jurídicos de la Discapacidad y la Dependencia en referencia a personas mayores , que es un tema que me interesa y que lo veo de suma importancia en mi trabajo diario. De este tema no voy a hablar hoy, que ya lo he hecho en varias ocasiones. Hoy, en concreto, voy a hablar de los informes sociales que se hacen desde el trabajo social en residencias, aprovechando que tengo varios pendientes encima de mi mesa. El informe social es uno de nuestros documentos de trabajo más importante junto con la historia social y la ficha social. En...
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