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BINOMIO FAMILIAS-RESIDENCIAS



          Estos días he estado leyendo sobre como trabajar el binomio familias-centros residenciales, dentro del marco del modelo de atención centrada en la persona, y me han surgido varias cuestiones.
            En nuestro centro llevamos un poco más de uno año con la puesta en marcha de un modelo de trabajo basado en la gestión por procesos unido, y de manera paralela, con la implantación del modelo de atención centrada en la persona (ACP). Y poco a poco vamos cambiando maneras de trabajar que se van adaptando a esta nueva forma de atender a los mayores.
            Es evidente que nuestras residencias están cambiando y se están adaptando a nuevas demandas. Los modelos institucionales y hosteleros de hace unos se están convirtiendo, poco a poco, en hogares, donde se busca, junto con la ACP, que el residente se encuentre como en su CASA. La persona se convierte en el centro de la atención, y se busca satisfacer sus necesidades de una manera lo más personalizada posible. Desde la ropa que le gusta vestir, hasta la comida que le gusta comer, o la decoración de su habitación.
            En el modelo institucional, el residente se tenía que adaptar a las normas y funcionamiento del centro residencial. La familia delegaba los cuidados a la institución y se “desentendía” de alguna manera, lo dejaba todo en manos de los profesionales. No se ponía en duda que esa adaptación tenía que ser de forma unilateral.
            El modelo de prestación de servicios, más cercano a la hostelería (pago, luego que me lo den todo hecho), que buscaba ofrecer unos servicios (limpieza de habitaciones, lavandería, comida...) considerando al residente como cliente, está comenzando a desaparecer. El residente, aunque fuera válido, no se hacía ni la cama, ni, por supuesto colaboraba en las tareas residenciales.
            El modelo de atención centrada en la persona,  prima, además de los gustos e intereses del residente, su autonomía en las actividades básicas de la vida diaria, y su participación, y la de la familia en los cuidados que se prestan en la residencia. Se busca que las residencias no sean sustitutivas al 100% del cuidado familiar, si no que sean complementarias, buscando esa participación en los cuidados. Al fin y al cabo, el familiar es, en muchas ocasiones, quien ha estado cuidando en casa, y quien mejor conoce al residente. De alguna manera, estos cuidados informales se tienen que complementar con los cuidados profesionales ofrecidos en los centros.
            Este cambio de mentalidad, en algunas ocasiones, y a según qué profesionales, les da miedo. Se le está dando un papel “activo” a la familia en la gestión de los cuidados, y esta cuestión asusta. Además de recoger toda la biografía del residente a través de la familia, sobre todo en los casos con demencias avanzadas y gran deterioro, se busca que la familia pueda opinar y participar en la vida de la residencia.
            Tenemos que ser centros transparentes y participativos, sin miedo a visibilizar nuestro trabajo, a demostrar que lo hacemos bien, muy bien. Hasta ahora los centros públicos adolecían del concepto de marketing y publicidad que utilizan tan bien las empresas privadas. Al fin y al cabo, nunca nos faltan ni faltarán “clientes”, de hecho tenemos grandes listas de espera, y por lo tanto, no se consideraba necesario “vender nuestro producto”.
            En la actualidad, los tiempos están cambiando, tenemos que vender (a mi, personalmente, me cuesta utilizar esta terminología) que lo hacemos bien, abrir las puertas a que las familias participen y formen parte del día a día de la residencia, de las actividades que se organicen,  que se puedan consensuar con ellos las atenciones básicas y objetivos de intervención marcados, entre otras cuestiones. La verdad es que el PRIMERO en todo tiene que ser el RESIDENTE, y tiene que figurar en el centro de la atención, y los demás (profesionales, familias,residencia) tenemos que ser satélites que debemos girar a su alrededor para buscar una mejor atención PERSONAL de CALIDAD.

           Me despido con una frase que he leído que me ha gustado mucho, y que, de alguna manera, representa la importancia de la familia en la atención de mayores: "El alzheimer repercute en el cerebro de la persona afectada y en el corazón de la familia" (aqui)
         
            Feliz fin de semana!!! :)

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