Hace unos días, cuando venía en coche al trabajo, estaban hablando en la
radio de las profesiones del futuro, de las salidas laborales para los jóvenes
que están estudiando en la actualidad, y comentaron que en los próximos años se iban a
necesitar muchos ingenieros y creadores de video juegos.
Coincidió que este mismo debate lo habíamos tenido en mi grupo de amigos hacía
poco tiempo también, preocupados sobre el futuro laboral de nuestros hijos, y
con curiosidad por saber cómo será el mercado laboral dentro de 20 años. La
verdad es que viviendo en la era de la tecnología, de la informática y de todo
lo que ello conlleva, nadie, en el grupo en el que estaba, se planteaba otros empleos desde la óptica sociosanitaria (salvo la trabajadora
social de turno, claro).
Está claro que la ingeniería va a tener una gran importancia en el mercado laboral del futuro…. Pero, ¿y las
personas mayores?. Tenemos que tener en cuenta que la esperanza de vida está
aumentando, que cada vez vivimos más años, y en mejores condiciones, que la
población que se jubila se encuentra en un buen estado de salud, y que los
“futuros mayores” tendrán otro tipo de necesidades e inquietudes acerca de la
última etapa de la vida que les tocará vivir, de cómo querer ser cuidados y de
cómo afrontar la enfermedad.
En la actualidad, en nuestro país, de manera incipiente y debido a
corrientes que llegan de los países del norte de Europa, se comienza a hablar de
otros modelos de cuidados y de otro tipo de centros residenciales, como por
ejemplo el cohousing (vivienda colaborativas y autogestionadas). Otros
conceptos que empiezan a sonar son el gerontodiseño, la gerontología ambiental,
aging in place……
Hablar y pensar sobre todo esto no es una pérdida de tiempo, tenemos que
tener en cuenta la evolució de la población y la estadística demográfica, que
nos dice lo siguiente:
- De los casi nueve millones de personas de más de 65 años que hay en nuestro país, más de dos millones viven solas, y de ellas el 73% son mujeres, (ver)
- Según el INE la esperanza de vida al nacimiento, alcanzaría los 83,2 años en los hombres y los 87,7 en las mujeres en el año 2031. Estos valores serían de 88,6 años de esperanza de vida al nacimiento para los hombres en el año 2065 y de 91,6 años para las mujeres en el año 2065. (ver)
- Desde 1970 hasta 2015, la esperanza de vida en España ha mejorado en más de diez años, desde los 70 hasta sobrepasar los 80. Por sexos, las mujeres viven hasta cinco años más que los hombre, y superan los 85 años de media (ver)
Lo que está claro con estos datos, y sin
profundizar mucho más, es que lo nuevos yacimientos de empleo se tendrán que fundamentar, dentro del campo sociosanitario, en
la geriatría y en las personas mayores.
No me olvido, por supuesto, del paciente geriátrico y
gran dependiente que estamos atendiendo en la actualidad. Para ellos también
existirán los centros, pero seguramente también habrán cambiado, porque las
formas de trabajo se habrán modificado, y los nuevos avances tecnológicos se
introducirán en ellos. A nivel asistencial se avanzará y se utilizará la
tecnología para mejorar según qué trabajos. (aunque yo, a nivel personal, no veo
a un robot levantando y aseando, creo que esta tarea tiene un componente humano
y emocional difícil de sustituir por una máquina). Pero seguro que habrá
cambios.
Hasta que llegue esa etapa de la vida de
gran dependencia, habrá que hablar de otras alternativas de atención y cuidados
a las personas mayores.
Como he comentado antes, ya se oyen muchas
voces que reivindican la idea de vivir en su entorno o lo más cerca posible (aging in place),
ser lo más independientes posible, que puedan decidir sobre lo que quieren y no
quieren hacer, que la atención que
reciban sea lo más personalizada posible (atención centrada en la persona).
De aquí en adelante las nuevas tecnologías van
a formar parte de esta atención (consultas médicas por videoconferencia), vehículos
de locomoción adaptados, domótica en el hogar, GPS localizadores…. Y todo lo
inimaginable que la ingeniería pueda crear dentro de 20-30 años. Habrá que crear y poner en marcha más recursos
adaptados a estas nuevas necesidades.
Los avances tecnológicos tendrán que ir de la
mano de los cambios demográficos y sociales, y con ellos, conseguiremos crear una
nueva y más amplia carta de servicios de atención al mayor.
Me despido con la siguiente frase de Ángel Luis Arricivita Amo (Trabajador
Social experto en emergencias sociales).
A nuevos tiempos, nuevos problemas y necesidades, que exigen nuevas respuestas.
Buen día 😊
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