Ayer
viendo la TV escuché a una psicóloga (Mayte Sancho) experta en temas de gerontología
social decir que “cuando una persona se
queda sin función, se queda vacía”. (AQUI)
Estaba hablando del tema de la soledad
en las personas mayores. Tema que está saliendo mucho en prensa últimamente, seguro
que habreis leído u oído la noticia sobre la creación de un Ministerio de la
Soledad en Reino Unido (aqui)
En nuestro país se habla de que según el INE casi dos millones de personas
mayores de 65 años viven solas.
Escuchar
este tema me llevó, como siempre, a mi
campo de trabajo, y me llevó a pensar sobre si en una residencia se puede
sentir soledad. La verdad es que, en general, los centros residenciales suelen ser grandes
centros donde viven muchos residentes, donde hay muchos trabajadores, proveedores
que entran y salen, visitas de familiares y amigos…. ¿Se puede sentir soledad
en un espacio donde hay tanta gente? La pregunta va con segundas intenciones
jjejeje…. Porque ateniéndonos a los datos que da el INE, y a la utilización que se hace de los mismos, parece que vivir solo
conlleva sentirse solo y padecer
soledad…..
Me gusta mucho consultar el diccionario de la
Real Academia de la Lengua cuando tengo dudas de como definir algún concepto, así que según este diccionario la soledad tiene los
siguientes significados
1.- Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
2.- Lugar desierto, o tierra no habitada.
3.- Pesar o melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo.
No
soy de la opinión de que vivir solo sea sinónimo de soledad. En términos
objetivos puede ser una definición, pero igual por influencia de mis estudios
de psicología, pienso más en soledad como en un sentimiento, que puede derivar
de vivir solo, pero no creo que el hecho de vivir solo conlleve necesariamente
sentir soledad.
Por
poner dos ejemplos que muestren esta idea:
Seguro
que todos conocemos a una señora mayor que vive sola, que está más o menos bien a
nivel de salud, sale a comprar, de paseo, al hogar de personas mayores a
realizar alguna actividad, la visitan los nietos e hijos….. Esta señora puede
tener (y seguro que los tendrá) momentos a lo largo del día en que se sienta
sola….. pero no “padecer soledad”como algo patológico o como enfermedad que haya que tratar.
Y
ahora nos situamos en una residencia. A priori,
puede parecer que por vivir en un centro con mucha gente, compartir habitación
con otra persona, que una auxiliar te ayude a acostar y levantar, o responda
ante el llamamiento de un timbre…… no se tenga que sentir soledad. Atendiendo a
la primera definición de la RAE, en principio no se darían las condiciones
objetivas para padecer este sentimiento. Y, por desgracia, nos encontramos en
muchas ocasiones que no es así. La soledad es un sentimiento subjetivo,
individual de cada ser humano, y uno se puede sentir solo entre la multitud. La
dinámica y funcionamiento diario en un centro residencial puede llevar a que
una persona que ha dejado su casa, su hogar, su familia, el pueblo donde nació
para llegar a vivir a una residencia se sienta sola. Ante tanta pérdida, falta
de contacto con lo querido y vivido, el contacto con un espacio y unas personas
desconocidas pueden hacer que ese sentimiento surja y se desarrolle, hasta el punto de necesitar ayuda para poder superarlo.
Tenemos
que estar pendientes de estas personas, saber detectar a tiempo este
sentimiento, y poder llenar el vacío que les ha dejado tantas pérdidas.
Personalmente,
no creo que la solución sea crear un Ministerio de la Soledad, si no dotar de más
recursos (materiales, profesionales, económicos) a los ministerios que ya están
creados (sanidad, servicios sociales,
educación…)para que puedan tratar esta soledad. Mientas tanto, seguiremos trabajando en lo micro, que es nuestra labor del día a día.
¡Feliz miércoles!
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